En Ociofrik no vamos a recomendaros que os llevéis a vuestra familia a una isla desierta. Al menos no de forma literal… . Lo que sí vamos a recomendaros es un par de juegos de mesa para jugar en familia con cierta relación insular. Uno de ellos servirá para uniros más. El otro pondrá a prueba qué tan unidos están.
La Isla Prohibida.
Creado por Gamewright y distribuido en España por Devir se ha convertido en un clásico de los juegos de mesa colaborativos. Durante esta década han aparecido algunos pocos más con esta mecánica, pero hace 10 años eran una verdadera rareza. Aquí los jugadores son exploradores que acuden a esta isla en busca de cuatro tesoros legendarios; sin embargo, nada más poner un pie allí comienza a hundirse irremediablemente, lo que convierte cada partida en una competición contra el reloj. En La Isla Prohibida los participantes asumen el papel de uno de los seis exploradores disponibles, cada uno con sus diferentes habilidades, y deberán ponerse de acuerdo para conseguir el premio antes de que el mar se lo trague todo y a todos.
La edición de Devir está presentada en una lata bellamente adornada que guarda materiales de muy buena calidad. El tablero se forma con losetas representativas de cada una de las zonas de la isla. Aunque las instrucciones recomiendan una configuración básica en la colocación de las losetas, esta característica «modular» dota al juego de una enorme rejugabilidad para los que ya estén habituados a visitar esta isla que se hunde.
Esta mecánica basada en «O ganamos todos o perdemos todos» puede dar lugar a ciertas discusiones, pero el objetivo es común para todos. Además, está tan bien diseñado que el fracaso o el éxito de la misión es cosa de todos, no de uno solo. Al final te ves forzado a olvidar tu ego y colaborar para el triunfo común; pues una discusión entre dos jugadores puede hacer que todo se vaya al traste.
The Island.
Si Mario Kart está considerado como el videojuego rompeamistades, el juego de mesa que nos ocupa no se queda atrás. En esta isla cada jugador comanda un grupo de exploradores que acude allí en busca de tesoros, pero ene mitad de la excursión el volcán se despierta y la tierra comienza a hundirse. El objetivo entonces de cada jugador será poner a salvo a sus exploradores, para lo que deberá conseguir que lleguen a los pocos botes salvavidas que estarán repartidos por la isla.
Se trata de un juego que, en su origen, tiene más de 3 décadas a sus espaldas, pero que hace unos pocos años sufrió un buen lavado de cara. Es uno de los mejores juegos para introducir a la gente a este mundillo, pero aunque no llega a la calidad de Aventureros al Tren, sí que ofrece muchas más risas y una cantidad de interacción que muy pocas veces se ve en loe eurogames. The Island se basa en el «Sálvese quien pueda», pero también puede aplicarse aquella frase de Piratas del Caribe que rezaba «Arrasa con lo que veas y generoso no seas», porque en más de una ocasión tendrás que llevarte por delante a los muñecos de los demás para salvar a los tuyos. Quizá haciendo que un bote vaya a donde no les conviene; quizá moviendo ese tiburón hacia donde está uno de los muñecos de otro jugador que casualmente se cayó al agua… ¡Y no hablemos ya de la serpientes marinas!
The Island asegura muchos piques, pero también muchas risas. Si hay buen ambiente puede ser el rey de la velada. Si alguien se enfada y deja de hablarte porque otro le haya lanzado una ballena hacia su bote lleno de exploradores… Quizá es que deba aprender a relajarse más y a que lo que pasa en el juego, se queda en el juego.