EL VIAJE DE CHIHIRO

FICHA TÉCNICA Y ARTÍSTICA
 
   Título original: Sen to Chihiro no kamikakushi
   Año: 2001
   Duración: 124 min
   País: Japón
   Dirección: Hayao Miyazaki
   Guión: Hayao Miyazaki
   Música: Joe Hisaishi
   Fotografía: Animación, Atsushi Okui
   Reparto: Animación
   Productora: Studio Ghibli / Tokuma Shoten / Dentsu. Distribuida por Toho
 
PREMIOS
 
   2002: Oscar: Mejor largometraje de animación.
   2003: Nominada Premios BAFTA: Mejor película de habla no inglesa.
   2002: Festival de Berlín: Oso de Oro (ex aequo con Bloody Sunday).
   2002: Nominada César: Mejor película extranjera.
   2002: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película de animación.
   2002: National Board of Review: Mejor largometraje de animación.
   2002: Asociación de Críticos de Los Ángeles: Mejor largometraje de animación.
   2002: Festival de Sitges: Premio especial (Hayao Miyazaki).
   2002: Critics’ Choice Awards: Mejor largometraje de animación.
   2002: Asociación de Críticos de Chicago: 2 nominaciones (Mejor película extranjera y
              Mejor BSO).
   2003: British Independent Film Awards (BIFA): Mejor película internacional
              Independiente.
   2002: Mejor película y mejor canción de la Academia de Cine Japonesa.
   2003: Mejor película asiática en los Hong Kong Film Awards.  
 
SINOPSIS
 
   Chihiro es una niña de diez años que viaja en coche con sus padres. Después de atravesar un túnel, llegan a un mundo fantástico, en el que no hay lugar para los seres humanos, sólo para los dioses de primera y de segunda clase. Cuando descubre que sus padres han sido convertidos en cerdos, Chihiro se siente muy sola y asustada.
 
CRÍTICA
   Esta película es la obra maestra de Hayao Miyazaki junto con La princesa Mononoke y El castillo ambulante.
   Es una obra de animación profundísima en la que se tratan muy diversos temas, muchos de ellos no son evidentes, sino que subyacen en la trama. A nivel narrativo es muy redonda y, con ayuda de la presencia de esa magia típica de las películas de Miyazaki, nos emociona de una manera muy original e inesperada.
   Tiene una animación espectacular, de un nivel técnico asombroso, con elementos digitales; sin embargo, todo está diseñado a mano, lo que la imbuye de una gran riqueza artesanal que la lleva a las cotas de calidad más altas del estudio.

   Como bien dijo el autor, esta película iba dirigida a niñas adolescentes. El mensaje que quería transmitir era lo dura y hermosa que era la vida y que el trabajo te dignifica como persona y hace que la persona madure. El padre y la madre de Chihiro tienen que enseñarla a vivir y fracasan ya que la miman y no cumplen, por lo que son castigadxs.
   Chihiro pierde su nombre por el de Sen y madura gracias a aprender el valor del trabajo, ya que el adquirir ese sentido de valorar y saber lo que haces y de cuál es tu lugar en el mundo, tratando de tener iniciativa y hacer las cosas bien y no sólo por dinero, es lo que te completa como persona. Todo esto la hace recuperar su nombre y su vida.
   Posiblemente esta película temáticamente se complemente con El castillo ambulante, ya que trata de lo opuesto, ya que El viaje de Chihiro reivindica la vejez y ama la juventud y lo cambiante que son las personas en esa etapa de la vida.
   En todos sus aspectos técnicos es una maravilla de película, la BSO de Joe Hisaishi es una de sus cotas más elevadas como artista con una partitura muy sutil y alegórica que se queda grabada en la memoria, al igual que muchas de las imágenes y escenas de la película. La canción con la que finaliza la misma es espléndida.

   Con esta película me enamoré del Estudio Ghibli y de las películas de Hayao Miyazaki, ya que fue la primera película que vi del Estudio y me llenó de imaginación y vida ver que había otros tipos diferentes de animación que pegaban más con mi visión de ver el mundo como adolescente.
   El Oscar a Mejor película de animación que recibió es totalmente merecido y muy pocas veces he estado tan de acuerdo con un galardón.
   Gracias a Miyazaki y a todo el Estudio que hacen de la magia, el lirismo y la sutileza la forma de enseñar a la juventud y a las personas adultas a valorar la vida.
 
   “Nada de lo que ya pasó es olvidado. Incluso si ya no lo recuerdas”.    
 
   VALORACIÓN: 9/10

   
 

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