Vivir en el recuerdo – Reseña de When the past was around.

Ficha técnica.

Desarrolladora: Toge Productions y Mogiken.

Distribuidora: Chorus Worldwide Games

Productor: Eka Pramudita M

Música: Masdito Bachtiar

Jugadores: 1

Plataformas: Nintendo Switch, PC, consolas Playstation y consolas XBOX.

Género: Point & Click

PEGI: +3

Web oficial: https://www.togeproductions.com/press/sheet.php?p=when_the_past_was_around

 

Siempre intento tener algún juego indie vigilado para esos momentos en los que he terminado un juego larguísimo como Assassin’s Creed Odyssey, o necesito cambiar radicalmente de género a fin de no saturarme. El juego que nos ocupa hoy fue una vía de escape para un momento en el que la historia griega de los asesinos de Ubisoft empezaba a cansarme con tantas misiones y puntos de interés. When the past was around era barato, tenía una estética llamativa y una banda sonora que me atrapó desde la primera nota. Después de A Raven Monologue y Coffee Talk, la tercera obra de estos desarrolladores indonesios resultó ser, al mismo tiempo, una experiencia agridulce y un juego absolutamente recomendable.

Comentarios de la historia.

Nos encontramos ante un juego contado en retrospectiva. Eda, la protagonista, ha perdido al amor de su vida recientemente. Al principio solo contamos con leves pistas en forma de plumas que nos van guiando por los puzles que nos proponen los creadores. La chica comienza a recordar sus inicios en el mundo de la música, más concretamente como intérprete de violín. Con una simple sucesión de fotografías podemos ver que lo que era una pasión de niñez se convertía en algo tedioso y hasta merecedor de odio por su parte. Curiosamente, según ganaba oyentes iba perdiendo las ganas de tocar. Tiempo después de haber guardado el instrumento comienza a escuchar unas notas mientras camina cerca de un parte. En el juego vemos como esas notas llegan a su corazón y la hacen levitar al tiempo que se acerca al origen del sonido: Búho.

Las escenas posteriores al primer encuentro son de los más sencillas. Son Eda y Búho disfrutando de un café con dulces, sonriéndose el uno al otro. Son Eda y Búho yendo de excursión a la playa por la mañana, compartiendo un helado o dibujando constelaciones por la noche al tiempo que componen una partitura para violín. Sin haber pronunciado una sola palabra los desarrolladores nos han contado una historia de amor entre dos personas que se unen gracias a su pasión por la música.

Hasta que Búho empieza a toser.

La siguiente escena ocurre en la terraza de la vivienda de la pareja. Mientras Búho toca, Eda se encarga de los quehaceres. Él desaparece, ella se pone nerviosa y acaba regañándole cuando lo encuentra por no cuidarse más a sí mismo. Me encantó esa escena porque me pareció de lo más real. Por desgracia, la tos de Búho empeora hasta el punto que le cuesta respirar y se desmaya justo cuando Eda no está con él.

Como ya he dicho, y como puede comprobarse nada más empezar el juego, nos movemos por los recuerdos de la chica después del fallecimiento de Búho. Aunque ya sabemos lo que ha pasado, la parte en la que tenemos que buscar la medicina para él mientras resolvemos puzles se hace especialmente angustiosa porque podemos ver las expresiones de Eda; pasando de temor a verdadero terror por no llegar a tiempo.

No diré más, porque no quiero desvelar nada del final de la trama.

Comentarios de lo técnico.

El apartado gráfico sobresale por su estilo. No hallaremos aquí personajes o entornos moviéndose a 480 cuadros por segundo o una perfecta implementación del Raytracing, ese Santo Grial de los gráficos que consume recursos de hardware como un agujero negro pero que solo sirve para que los reflejos en los charcos se vean mejor. Whe the past was around basa su apartado gráfico en la calidez de sus imágenes semiestáticas, realizadas por la artista indonesia Brigitta Rena, para ambientar la historia de Eda y Búho. Teniendo en cuenta el tipo de juego que es, puede permitirse centrarse más en dotar a este apartado de personalidad que de potencia bruta. En alguna ocasión, durante la partida, recordé aquellas otras joyas de los Point & Click que fueron Grim Fandango y Broken Age. Quizá los gráficos solo se queden en «correctos» o «cumplidores», pero estamos ante una obra que, como las del legendario Tim Schafer, son perfectamente reconocibles a la vez que muy fácilmente recordables solo con  ver una imagen.

Pero si en algo destaca este juego es en su música, verdadero hilo conductor de la historia de amor de los protagonistas desde su casual inicio hasta el trágico final. Todo se resume en las cuatro notas que unen a Búho y Eda a lo largo del juego. Según avanza la trama, esas notas irán variando en su tempo e incluso en el volumen en el que suenan, dejando claro que son la base de todo. Cada sonido del juego está guiado por un violín, desde los desplazamientos por los menús hasta las canciones de las escenas principales; esas que acabarás tarareando casi sin darte cuenta.

Comentarios de la jugabilidad.

Los juegos Point & Click son una rara avis en consolas. Están pensados para ser jugados principalmente en PC; plataforma que, gracias al ratón y al teclado, nos permite completar rompecabezas en los que hay que introducir algún código, o picar en el píxel correcto con suma facilidad. Aún así, la adaptación de la obra de Mojiken al mando de consola responde de manera bastante solvente. Tan solo eché de menos algo más de velocidad en el movimiento del cursor, pero fue algo de sobra compensado por su buena respuesta a las órdenes que le llegaban del pad.

Aquí, sin embargo, encontramos los dos mayores defectos de When the past was around. El primero de ellos, connatural a su género, es la prácticamente nula rejugabilidad del título. A menos que quieras volver a ser testigo nuevamente del dolor de Eda, quizá poniéndote como reto soltar algunas lágrimas menos, no se ofrece aliciente alguno. El segundo defecto, que agrava al primero, es su escasísima duración, pues apenas tardaremos un par de horas en acabarlo. ¿Y si nos atascamos en algún rompecabezas? No hay problema, porque el juego ofrece un sistema de pistas que nos ayudan a continuar señalando siempre que lo necesitemos el próximo objeto que debemos usar.

Sensaciones y conclusiones.

Existe una corriente entre los estudios indies que usa a los videojuegos como un simple medio para contar una historia. No estoy hablando de novelas visuales, sino de producciones que buscan transmitir algo al jugador por encima de la propia jugabilidad, planteando retos sencillos o suprimiendo incluso la pantalla de “GAME OVER”. When the past was around tiene los suficientes elementos lúdicos y retos como para no convertirse en una novela visual a pesar de su duración. A pesar de su escasísima duración, así como de su falta de diálogos, consigue transmitir mucho. Como he dicho muchas veces en otras tantas ocasiones, en una época en la que triunfan los videojuegos que propugnan una diversión vacía y ultraprocesada (que tampoco viene mal algo así de vez en cuando), aquellos que quieren contar algo se tornan especialmente importantes. Cuando haya pasado un tiempo después de jugarlo y lo veas en la biblioteca de juegos, esbozarás una involuntaria sonrisa y lo recordarás con cariño. Quizá quieras volver a ver a Eda y Búho.

SERIE: VIDEOJUEGOS PROTAGONIZADOS POR MUJERES VI.

 

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