Cinco recomendaciones de ocio para comenzar el año.

Para comenzar el nuevo año he querido realizar este pequeño artículo con cinco propuestas para los ratos de asueto, ya sea en solitario, con la pareja o la familia.

 

Juego de mesa: Azul.

Muchísimo se ha hablado y escrito de este juego de mesa abstracto que basa sus mecánicas en la creación de azulejos para que el rey de Portugal esté contento. Mucho se ha hablado de sus similitudes con Sagrada, el precioso juego de dados de colores en el que tenemos que completar vidrieras de la obra incompleta de Gaudí al más puro estilo sudoku. Se parecen de la misma manera en la que lo hacen Agricola y Puerto Rico: Comparten mecánicas de draft y construcción de patrones, pero a partir de ahí cada uno discurre por su propio sendero.

Azul se diferencia por su sistema de selección de losetas, en el que tendremos que pensar en el futuro y tener mucho cuidado de no fastidiarnos a nosotros mismos con lo que dejamos atrás, que también puede ser un efectivo golpe final que nos dé valiosos puntos al final de ronda si quedan las fichas que queremos. Aunque se trate de un juego de draft, es muy importante controlar el tempo de nuestro juego, pues el «factor puteo» se encuentra muy presente. No os preocupéis, desde la segunda ronda ya empezaréis a planificar, porque si algo tiene Azul es un ritmo y una simpleza de reglas que aseguran la diversión y la rejugabilidad. No ganó el Spiel des Jahres por nada.

En el momento de publicación de este artículo existen una ampliación del juego base y dos variantes que son juegos completos, llamados respectivamente, Vitrales de Sintra y Palacio de Verano. Añaden las suficientes novedades como para ser adquiridas y no dejar sensación de bulto en la estantería.

Escape Room.

¿Alguien se apunta a encerrarse en una habitación de la que solo se puede salir resolviendo una serie de intrincados acertijos? ¿Y si os digo que solo se dispone de una hora para conseguirlo? Poco a poco fueron surgiendo multitud de escape rooms en nuestras ciudades hasta el maldito 2020. Las hay de todo tipo y temáticas, desde las que están pensadas para ser disfrutadas en familia hasta las que nos brindan la más terroríficas de las experiencias.

Quiero recomendar esta forma de entretenimiento por su originalidad. Es una experiencia diferente y divertida, sobre todo si se juega con alguien con quien se tiene confianza. Porque puedes gritarle, principalmente… Como punto flaco, aparte de su nula rejugabilidad, hay que hablar de su precio. En mi caso, casi todas las escape rooms en las que he participado, he jugado solo con mi esposa, y por eso han dolido más los 50/60 euros que suelen costar. También he de decir que suelen salir muchas ofertas de cupones descuento.

A lo largo de 2020 muchas han logrado adaptarse y desarrollar un formato online, en el cual usamos diferentes dispositivos electrónicos para resolver los puzles que nos proponen sin movernos de nuestros sofás. Además, en este formato podemos encontrar bastantes gratuitas.

Serie: Arte.

Poco antes del mes de octubre terminé el revisionado de ese grandísimo isekai que es “Tate No Yuusha No Nariagari” o «El Ascenso del Héroe del Escudo», en castellano, y buscaba una serie de un tono totalmente diferente. Quería una serie de esas que te deja buen cuerpo cuando la terminas. Encontré «Arte» por casualidad.

Ambientada en Florencia durante el siglo XV, sigue las andanzas de Arte, una chica de familia noble venida a menos cuyo padre fallecido le inculcó su amor por la cultura. Lo normal en aquella época hubiera sido que ella se hubiera casado con algún pretendiente previamente aceptado y acordado por su madre, pero ella quería ser artista; quería vivir de su trabajo. Después de una pelea con su progenitora, Arte abandona su hogar y comienza su peregrinaje por los diferentes talleres florentinos que la rechazan sumariamente. Al cabo encuentra a un maestro artesano de nombre Leo, que la acepta no sin antes mostrar sus múltiples reticencias. A partir de entonces empiezan las verdaderas peripecias de Arte y sus esfuerzo para demostrar no solo que ella lo vale, sino que es lo suficientemente buena para llegar a valerse por sí misma un día.

Los 12 episodios que dura la serie se me hicieron bastante cortos. Fue una serie que me dejó muy buenas sensaciones. En ese moment en el que me encontraba convaleciente del Covid quería ver algo lejos de cualquier drama fantasioso o cualquier grandiosidad. Es una serie de cosas pequeñas y problemas mundanos. Es una serie que terminé con la sensación de haberme sabido a muy poco, porque su poso es muy bueno. Simplemente, quería más. Cuando la recuerdo, siempre esbozo una sonrisa y pienso que ojalá no tarden mucho en producir una segunda temporada.

Libro: La Mano Izquierda de la Oscuridad.

La ciencia ficción, al igual que la fantasía, es un género denostado en nuestro bendito país. Gracias a este prejuicio, mucha gente se pierde obras maravillosas de escritores consagrados al tiempo que las editoriales marginan a los no enchufados que quieren cultivar el género llevados por su inspiración y que, en muchas ocasiones, acaban abandonando. Si la divina Ursula K. Le Guin hubiera sido española, no habríamos podido disfrutar de su maravilloso arte.

El libro que recomiendo aquí es uno que se aleja de su serie de «Terramar». Aquí seguimos la historia de un diplomático terrestre que es enviado a otro planeta habitado por humanos en el que se vive un invierno eterno. Los humanos aquí han evolucionado de forma que no tienen un género definido. Durante tres semanas al mes su género es neutro, sin presentar características definitorias del hombre o la mujer. La cuarta semana cambian a uno u otro según diversas circunstancias que no diré aquí para no incurrir en pecado.

«La Mano Izquierda de la Oscuridad» es una historia que habla de la diversidad de género, la integración, la ambición, el sacrificio y las luchas por medrar en la sociedad. Todo con una elegancia, sobriedad y sensibilidad que solo la autora podía conseguir. Una de las obras maestras de la ciencia ficción que obliga al lector a revisitarlo para volver a disfrutarlo y encontrar matices que se entenderán de manera distinta. En muchos sitios podréis leer comentarios que aseguran que es un libro feminista. Yo no lo veo así. Es un libro que habla de las personas sin distinción y de las barreras que nosotros mismos nos ponemos para definirnos o alejarnos de los demás. Si este libro no te llega al corazón es que eres más frío que el peor invierno de la historia de Gueden.

Videojuego: Kentucky Route Zero.

Una de las artes más capaces de hacernos sentir emociones es el videojuego. Es ella actuamos directamente sobre lo que le ocurre a los protagonistas de la historia. Sin embargo, una de las lacras de este medio es, precisamente, su limitación a las emociones directas y básicas como el miedo, la pena o la ira por la necesidad de plantear unos objetivos al jugador. Es por esta razón que la mayoría de los videojuegos carece de la sutileza que desbordan el cine o la pintura. También sucede que la mayoría de la gente busca precisamente el entretenimiento directo en este medio. Solo hace falta echar un vistazo al éxito de Fortnite para comprobarlo.

Este juego es un Point & Click como lo son “Day of the Tentacle” o “Monkey Island”, pero está mucho más centrado en la narrativa que en la resolución de puzles o la combinación de objetos. “Kentucky Route Zero” narra la historia de un repartidor que ha de llegar a una dirección que no consigue encontrar. Para lograrlo debe seguir la legendaria Ruta Zero, una carretera a la que nadie sabe exactamente cómo llegar.

Aquí toman especial importancia las decisiones que asumimos al responder preguntas o elegir líneas de diálogos. No por la importancia que tienen en la vida o muerte del protagonista, porque la historia no gira en torno a él, sino porque influirá en la forma en la que los demás personajes actúan y se relacionan. El juego se mueve entre el realismo mágico de Gabriel García Márquez y el surrealismo de David Linch.  Hay quien lo ha definido como uno de los juegos más raros que ha jugado en su vida.

Para resumir, si quieres una experiencia diferente, profunda y arriesgada; si eres una persona que busca algo más que pulsar F para presentar tus respetos ante un compañero caído en batalla o burlarte de los vencidos con el enésimo baile plagiado, deberías plantearte darle una oportunidad a obras como ésta.

 

SERIE: RECOMENDACIONES II.

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