Recientemente ha terminado la emisión en NTV de una de las sensaciones de la temporada de invierno de anime. Una historia en la que una niña de 14 años pasa de vivir una vida deprimente a luchar contra monstruos con un arma mágica junto con otras chichas que va conociendo durante sus peripecias. Así dicho parece otro shoujo más entre los miles que existen. Así dicho, podría haber pasado desapercibido incluso teniendo en cuenta que fue afectado por la enésima polémica inventada por la “Crystal Generation”. El anime creado y producido por el estudio CloverWorks, los mismos que tiraron a la basura la genial historia de The Promised Neverland, es principalmente un estudio sobre las consecuencias del acoso en adolescentes adornado con los tropos clásicos del anime pero en el que cada escena se aleja más del subgénero Magical Girls.
La trama comienza con Ohto Ai, la protagonista de la historia, caminando taciturna de noche por una calle cualquiera. En un momento determinado encuentra una luciérnaga muerta en el suelo que decide enterrar junto a un árbol cercano. Después de dedicarle una rápida oración comienza a escuchar la voz del insecto, que ha resucitado y que le pide que le siga si quiere conseguir aquello que más desea. El mayor deseo de Ai es volver a ver a Nagase Koito, su mejor y única amiga, que acabó suicidándose.
Como decían en el mítico concurso «Un, dos, tres…» para crear expectación en concursantes y espectadores, «hasta aquí puedo leer». Todo lo que dijera a partir de ahora respecto de la trama, aunque se tratara del primer capítulo, sería incurrir en spoiler.
WEP es un anime que sigue la tradición reciente de producir solo temporadas de 12 episodios, y como muchos otros, se queda muy corto para lo bueno tanto como para lo malo. En este caso, es más por los aspectos positivos. Estamos ante una serie de capítulos auto-conclusivos pero que siguen a su vez un hilo conductor común. El argumento se va desarrollando con una narrativa que en ocasiones remite a flashbacks o diferentes perspectivas para justificar cierto comportamiento o acción; o bien para ambientar lo que está sucediendo en pantalla. A pesar de ello, es una serie que no pierde el ritmo casi en ningún momento.
Las escenas de acción saben cuándo dar rienda suelta a la adrenalina y cuándo tomarse un momento de respiro al tiempo que crea tensión porque todavía no está todo terminado. Hay momentos de la serie en los que pueden verse a las chicas protagonistas simplemente siendo chicas de secundarias normales. También hay otros en los que se profundiza en el pasado de los personajes además de sus motivaciones para actuar como lo hacen o ser como son. Por si fuera poco, hay alguna escena en la que coquetea de forma magistral con el género del terror.
Por lo que respecta al apartado técnico, Cloverworks ha demostrado que cuando quiere hacer algo bien es capaz de estar entre los mejores. Entre el pequeño equipo de producción cabe destacar a Funao Yuuki como director artístico, Ogiwara Takeo como director de proyecto, además del creador y guionista Nojima Shinji. El equipo pudo trabajar el tiempo que tuvo sin demasiados cambios de personal y sin demasiadas intervenciones de la directiva que, como todas en esta industria, ata a los creativos con presupuestos cada día más ajustados además de plazos de entrega más cortos. Quizá por esto tuvieron que hacer un episodio recopilatorio ganado así algo de tiempo. Esto se entiende observando la serie, no solo limitándose a mirar. En sus primeros capítulos muchos empezaron a compararla con las producciones de Kyoto Animation y la directora Yamada Naoko.
Digo que es una serie que hay que observar porque sigue al pie de la letra una de las máximas del cine: «Muestra, no cuentes». Si un plano tiene ese encuadre y no otro es por una razón; si un escenario tiene esa gama de colores oscuros que contrasta con la sudadera amarilla de Ai, también es porque se quiere hacer notar esa diferencia. Hay algunos símbolos con más visibilidad que otros, por supuesto, como la presentación de un personaje junto a un póster en el que puede verse la Vasija de Rubin. Sin embargo, la serie se permite jugar incluso con el lenguaje de las flores. Uno de los escenarios recurrentes es un jardín, mientras que otro es un campo de flores que cambia según los sentimientos que esté experimentado una de las chicas protagonistas. Ai no lleva un girasol en su sudadera solo porque sí.
Y a pesar de todo, si hay un aspecto de la serie que sobresale sobre todos los demás es el de sus personajes. Hasta los Seeno Evil tienen su razón de ser y su desarrollo. La serie consiguió hasta que me preocupara por el destino de la chica más insufrible del grupo.
Sin embargo, Wonder Egg Priority no es una serie perfecta. En ocasiones tuve la impresión de que quiere abarcar demasiado para los 12 episodios que tiene. Hay alguna trama que resuelven demasiado rápido, y al llegar al final dejan muchas cosas abiertas. Esas se resolverán, según ha anunciado recientemente CloverWorks, en un episodio especial que se estrenará el 29 de junio de 2021, poniendo punto final a la historia. Teniendo en cuenta lo que ha hecho este mismo estudio con The Promised Neverland, lo prefiero así, antes incluso de que se traspase el proyecto a otro estudio con menos tiempo y menos presupuesto. No hay que olvidar nunca la diferencia entre la primera y la segunda temporada de One Punch Man.
Antes de terminar me gustaría comentar alguna curiosidad sobre la serie:
- El tema del opening, Sudachino Uta, interpretada para la ocasión por Anemoreia, es una canción que suele cantarse de forma tradicional en las ceremonias de graduación de las escuelas de secundaria en Japón.
- El nombre de la protagonista es Ohto Ai, que es la forma en la que los japoneses pronuncian la expresión “Odd Eyes” u «Ojos Extraños» en castellano. Como habréis visto en alguna de las fotos superiores, se trata de una persona con heterocromía. Además, su nombre en la serie se escribe en katakana, no en kanji.
- WEP es una de las pocas series de anime realmente originales; es decir, que no se basa en ningún manga previo o contemporáneo, al igual que Cowboy BeBop, Neon Genesis Evangelion o Samurai Champloo.
Por último, ¿por qué recomiendo ver esta serie? Porque en un panorama lleno de continuaciones, refritos y remakes, apuesta por algo original. Busca lo efectivo en lugar de lo efectista. Es una serie que nos va a hacer preocuparnos por la seguridad emocional de sus personajes. Al final todas las historias y escenas que en ocasiones parecen poco más que un galimatías cercano a Serial Experiments Lain cobran sentido. Es cierto que esta serie requiere atención para ser entendida y disfrutada, pero merece la pena. Ya solo por eso está por encima de la gran mayoría de producciones actuales que solo van a lo seguro.
SERIE RECOMENDACIONES III