¡Hexplora! y el Bestiario del Valle Prohibido

¡Hexplora!, publicado por el sello editorial 77Mundos, es, ante todo, un manual extremadamente interesante que desarrolla una forma de jugar a rol que abre todo un mundo de posibilidades: sandbox. Y en español, que no es poca cosa en un mundillo en el que el 90% de la documentación sólo se encuentra en inglés.

Este método de juego apuesta por un mundo abierto como el que podemos encontrar en videojuegos como Red Dead Redemption 2 o The Witcher. Significa que los jugadores irán construyendo su propio destino en base a sus decisiones y acciones sin tener la sensación de que siguen un camino predefinido por el máster. Para ello deberán estar listos para asumir las consecuencias y responsabilizarse de los efectos que causen dichas acciones. También, es importante partir siempre de una premisa inicial, un trasfondo que sitúe en un contexto y les dé una idea del tipo de mundo en el que se mueven.

Hexplora

Por otro lado, el director de juego debe contar con una gran habilidad para controlar cualquier posible línea de juego que vaya surgiendo. No es un sistema pensado para principiantes porque reviste bastante complejidad a la hora de dirigirlo. En palabras de Jordi Morera, su creador: “las historias emergentes que se creen en un entorno sandbox darán como resultado a los jugadores la sensación, inmensamente satisfactoria, de ser verdaderamente los héroes de su propia historia, los agentes de su destino, y que sus únicos límites son su ingenio, sus capacidades y su propia suerte. Para mí, no hay mejor definición de rol que esa”. Eso es lo que hace a ¡Hexplora! tan especial.

Las diez reglas del sandbox

Voy empezar esta reseña con las diez reglas del sandbox de las que nos habla el autor:

1- Respeta la libertad de los personajes
2- Observa a los jugadores y comunícate con ellos
3- Sé justo e imparcial
4- Crea un mundo vivo, dinámico y cambiante
5- Incentiva la exploración
6- Pon los medios para la toma de decisiones informadas
7- Detalla lo justo y necesario
8- Prepara antes, improvisa durante, asimila después
9- No uses sandbox como sinónimo de falta de argumento
10- Déjate llevar

Suena demasiado bien, ¿eh? Explorar diferentes vías de juego siempre es un reto emocionante.

Hexplora

Contenido en bloques temáticos

En las partidas se utiliza un sistema de exploración llamado hexcrawling, que se basa en un mapa de hexágonos que los jugadores podrán explorar con total libertad. Se tira por encuentros cada cierto tiempo y se consulta la tabla. La posibilidad de encuentros en cada tirada varía según la región y época del año y se tiene en cuenta hasta el más mínimo detalle dependiendo del camino que decidan tomar los héroes.

El libro incluye ejemplos y mecanismos concretos pensados a partir de famosos sistemas de juego de mazmorras que utilizan dados de 20 caras, pero, en realidad, las herramientas y guías de las que habla son genéricas, lo que significa que se pueden utilizar con mínimas adaptaciones en muchos tipos de juegos.

El manual se organiza en cuatro grandes bloques temáticos. El primero de ellos se titula Conceptos básicos y es dónde Morera define los pilares centrales sobre los que un buen sandbox debería sustentarse. Acto seguido, en Diseñando el sandbox nos ofrece consejos para la creación y preparación de la campaña. En el siguiente capítulo, Pateando hexágonos recoge sistemas y herramientas útiles a la hora de dirigir esas campañas de las que se hablaba en el bloque anterior. El último bloque lleva por título Recapitulando y en él se desarrollan ejemplos y consejos para el director de juego.

En las más de 400 páginas del manual se tiene en cuenta cada detalle al milímetro. El autor utiliza su extensa experiencia para ponernos en situación en cada momento, lo que facilita la comprensión del contenido. A través de ejemplos basados en su campaña de Alasia nos introduce todo tipo de mecánicas y conceptos relativos a sandbox.

Ideas y formas de juego interesantes

Una de las ideas que desarrolla y que me pareció muy interesante fue la de la libertad estimulada, que consiste en meter ganchos para empujar a los jugadores a dar sus primeros pasos. Una inmensidad de posibilidades suele bloquear la creatividad de los esforzados jugadores, por mucha imaginación que tengan.

Si el máster les ayuda un poco dándoles información sobre varias vías de inicio, la aventura se desarrollará con más fluidez, siempre en base a sus decisiones. Recordemos que, en el método sandbox, el camino se lo van labrando los propios jugadores y no el director de juego, con lo que no podemos menoscabar su capacidad de decisión, pero si se les ofrecen motivos para explorar la partida fluye con más facilidad.

Además, también se echa por tierra los niveles de peligrosidad adecuados al nivel de los jugadores. El éxito debe basarse en el ingenio y sentido común de los aventureros. Es decir, si se meten en la boca del lobo la culpa será suya y no del director de juego.

Otra idea que me llamó la atención fue la posibilidad de crear campañas corales que puedan jugar varios personajes simultáneamente y que haga más fácil el tema de que si uno no puede quedar para continuar la campaña se pueda seguir sin él ese día y se reenganche en la siguiente sesión. Además de la comodidad de poder jugar con diferentes personajes, este método abre un mundo de posibilidades a la hora de conseguir alianzas, enemigos y nuevos compañeros de aventuras.

Morera nos muestra un mundo vivo y cambiante. Esto significa que no todo gira alrededor de los personajes jugadores. Independientemente de sus decisiones o el punto en el que se hallen, en su entorno van pasando cosas que pueden afectarles más adelantes si pasan por ese punto o cerca. ¡Hasta nos facilita una tabla de eventos distribuidos por frecuencias! Más completo imposible.

Apéndices, aventura de ejemplo y Bestiario

Por último, encontramos seis apéndices, que ocupan poco más de la mitad del libro en sí, y que recogen información sobre cómo desarrollar ambientaciones fuera de la fantasía clásica, tablas e instrucciones para crear mapas, sobre las huidas y persecuciones, la fama (buena o mala) de los PJs… Incluso, nos facilita una recopilación de webs, blogs y recursos sobre esta forma de juego.

En el último apéndice, el autor nos incluye un ejemplo de campaña sandbox llamado El Valle Prohibido, ambientada en un mundo de fantasía “pulp” de espada y brujería. En ella los jugadores se embarcarán en una expedición para explorar una región aislada que se ha hecho accesible tras una serie de acontecimientos recientes.

Con respecto a esto, tenemos disponible un bestiario que recoge todas las estadísticas de los monstruos y PNJ de dicha campaña en un documento aparte de 55 páginas, que incluye un extenso catálogo de criaturas: desde prehistóricas a seres míticos o mágicos, extraterrestres y terribles máquinas vivientes.

Ambos documentos, ¡Explora! y el Bestiario de Valle Prohibido, se pueden encontrar en DriveThruRPG a un precio más que asequible, teniendo en cuenta las aventuras y diversión que prometen.

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