No podemos olvidar que a los niños hay que dejarles espacio para que se muevan libremente y hagan ejercicio. Por eso tampoco puede faltar en un calendario de adviento una actividad de circuitos para que se muevan a gusto. Y, si es posible, que sean al aire libre.
Eso es lo que hoy os proponemos, que os acerquéis a vuestro parque preferido y les pongáis retos a los niños en los que tengan que escalar, saltar, esquivar, hacer equilibrios… Ya sabéis, todas esas cosas divertidas que a vosotros os dejan sin aliento, pero que ellos estarían todo el día repitiendo tan contentos.
Si llueve, truena o hace un viento tremendo, podemos dejarlo para un día mejor o montar nuestro propio circuito en casa. Será tan divertido montarlo, como hacerlo.
Qué necesitamos… Pues unos globos colgados en la pared para que salten a por ellos, unas mesas que sirvan de túneles, uno cojines que puedan saltar o esquivar, puntos señalados en los que haya que agacharse, un pasillo para recorrerlo a la pata coja… Todo vale. Incluso un flipante circuito de rayos láser emulados con lana roja enganchada a muebles y sillas.
