Día 13: Encontrar tesoros por la ciudad.

Todos hemos visto o leído alguna historia de piratas en busca de tesoros escondidos en islas remotas. Todos conocemos las aventuras del arqueólogo más famoso del cine que, en su lucha contra los nazis, de vez en cuando, encuentra alguna reliquia de tiempos antiguos. ¿Quién no ha soñado alguna vez con encontrar un tesoro escondido que le resolviera la vida? Quizá eso solo sea un sueño, sobre todo porque el Código Civil y la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico ya se han encargado de que dicho hallazgo provoque muchos más problemas de los que se le podrían desear a la persona que peor nos cae.

Si los piratas de esas historias hubieran podido disponer de tecnología GPS su vida hubiera sido muy diferente. En la actualidad existen millones de buscadores de tesoros en todo el mundo guiados por su propio teléfono inteligente y su utilidad de localización por satélite. Su nombre es Geocaching, y seguramente habréis oído hablar de esta actividad en alguna ocasión.

Su origen se localiza en Portland en el año 2000, cuando David Ulmer decidió celebrar el fin de la disponibilidad selectiva que hasta entonces imponía el ejército de los Estados Unidos sobre esta tecnología. Propuso a un grupo de amigos un juego en el que tendrían que encontrar un tesoro en los alrededores de la ciudad valiéndose únicamente de unas coordenadas y el GPS de su móvil. Quien lo encontrara debía dejar su nombre y fecha en el libro de visitas como comprobante de su logro.

El juego consiste básicamente en lo que acabo de explicar. Cada participante esconde un objeto (cache) en un lugar del campo o la ciudad y apunta sus coordenadas geográficas mediante su receptor GPS para que otros participantes puedan encontrarlo. En una modalidad los jugadores pueden llevarse el cache y dejar otro en su lugar, mientras que en otra basta con apuntarse en el libro de visitas que acompaña al cache. Es por esto que dichos objetos son considerados como «tesoros» a pesar de no tener, en realidad, casi ningún valor real, pero sí simbólico.

¿Cómo se participa en esta actividad? Lo primero que hay que hacer es registrarse de manera totalmente gratuita en la web www.geocaching.com o en la aplicación móvil oficial. Existen decenas de webs y aplicaciones no oficiales, pero para este artículo no serán tenidas en cuenta. Una vez realizado este paso el nuevo usuario puede comenzar a ver la ubicación de los tesoros próximos a su ubicación o comenzar a esconder los suyos.

Lo bonito es compartir fotos y experiencias con los otros usuarios que están haciendo lo mismo. Una actividad sencilla, para toda la familia, que nos hará salir al aire libre y, sobre todo, gratuita.

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