Hello Ociofrikers!
En esta ocasión me deslindo un poco de los temas para iniciados al rol, y traigo una sección orientada a agobiar a quienes jueguen y sus personajes. Cuando ven que uso alguna de estas herramientas es lo que me dicen “No seas master cabron”. Y disfruto. Así que espero que pueda daros ese placer extra tan merecido que, después de preparar tantas partidas, y ver como una y otra vez huyen de lo preparado.
Esta una de mis herramientas favoritas. El cronmetro. Aunque los relojes de arena pueden ser fáciles de encontrar si tienes juegos de mesa, yo soy partidario de los digitales. En mi caso, uno que necesitaba para la oposición. Como el de la siguiente imagen. Pero con un móvil seguro que también podremos tener los mismos resultados, aunque recomiendo buscar una app que haga ruido cuando se pare.
El metajuego existe, muchos lo usan. Al dirigir también podemos jugar y divertirnos con el.
Uso normal y razonable
Como buen cronometro, salvo para medir los tiempos y darle otro nivel de profundidad a tus aventuras. Muchos grupos tienen una tendencia a discutir los planes mucho tiempo o hablar entre ellos cuando sus personajes no pueden hacerlo, como si sus personajes tuviesen todo el tiempo del mundo para ello. Pero no. En el rol no hay botón de pause para mirar una guia y pensar que hacer.
Disfruta sacando el crono cuando no tengan tiempo, fuerza sus decisiones al tiempo que tendran sus personajes con esto. Y no tengas miedo a graves repercusiones.
Algo va a explotar, se está desmoronando el templo, deben esperar un rescate o evitar un ritual. Estos son algunos ejemplos de aventuras donde va muy bien, estableces un tiempo y a contar. Salvo que sean dudas de reglas o explicaciones sobre el entorno, deja correr el tiempo. Si generas una elipsis en la narración apunta lo que ha tardado, diselo a la mesa y apuntalo en un papel si tu herramienta no permite adicionar tiempo. Y no hagas esto de forma disimulada. Lo verán normal, y les dará ese puntillo extra de toma de decisión apresurada que sus personajes deberan usar.
Descuadra al grupo e improvisa
Si han llegado a un sitio donde van a tener que hablar, cuando empiecen a hacerlo activalo mientras interpretan a sus personajes cada vez que hablen, si tiene sonido el crono cada vez que pulsas mejor.
Y esto para que? En algunas sesiones, donde la improvisación tiene cabida, sus conversaciones por el crono han generado semillas de aventuras muy buenas, o han hecho de una escena poco trascendente como un baile de saln en la corte algo mucho más importante.
Un ejemplo de improvisación. Los personajes iban a espiar para un lord que los haba empleado. En el baile de saln, haciéndose pasar por los sirvientes actuaran como espas. Cuando puse el cronómetro, entre ellos sugirieron dos ideas muy buenas además de ganar interés todos por la escena. Iba a envenenar al lord que los contrató, y deban hacer contraespionaje para evitarlo. La otra que la conversación que deban espiar sucedera con pasado X tiempo, y podran no oirla. Use el veneno, tenia lógica, fue divertido y un reto para ellos.
Regocijate estresnandolos
Una vez el cronometro sea una herramienta poco novedosa la diversion gratuita y para toda la familia. Esto me encanta hacerlo en los dungeons e infiltraciones. Simplemente, nada más poner el primer pie en el dungeon levantate de la mesa, ve a por el crono y ponlo en medio de la mesa. Donde todos lo vean. Luego, con la mejor sonrisa, diles “Seguid, disculpad la interrupcion”.
Con este simple gesto, donde no haces absolutamente nada, ni lo paras les harás pensar más. Si te preguntan por el, diles “Llevo la cuenta, no pasa nada” y si tienes pantalla, cuando veas que van estresados o entran en una nueva zona preguntales por cuanto va, como si no alcanzases a verlo y asiente sin decir nada más, después haz como que apuntas algo. Es importante ser coherente con lo que solemos hacer al usarlo de forma normal. Para que no noten nuestro farol.
Con estos sencillos consejos, podrás torturar un poco a tu mesa. Bien usado, y con práctica, puede ser gratificante para todas las partes.
Sed felices. Y comentadme si los torturais también de esta forma.