La estigmatización de las enfermedades mentales sobrevuela la sociedad. Cuando vemos a una persona con una enfermedad mental en vez de ayudarla huimos de ella. No importa que tengas depresión o esquizofrenia. El propio Joaquin Phoenix reconoce que estuvo durante meses estudiando diferentes enfermedades mentales para poder comprender el personaje y entender por lo que pasa una persona con una enfermedad mental.
Esta película respeta, analiza y denuncia el trato a los enfermos mentales. Pero sobre todo, denuncia la posición social y económica de estos enfermos en la sociedad norteamericana. Si no tienes dinero estás fuera del sistema. Son apartados al más oscuro rincón de la sociedad, entre las bolsas de basura y las patadas de los pubertos mentales inoculados de odio sin empatía, que pululan por la sociedad convirtiendo así, la vida en infierno.
Arthur Fleck, dice “Quiero dejar de estar triste” a una trabajadora social que van a despedir en la siguiente escena, “Nunca me has escuchado, siempre me has hecho las mismas preguntas” la trabajadora social agacha la cabeza porque le da vergüenza, pero no porque ella tenga, sino porque el sistema ha podido con ella. Ella lo nota y Arthur tambien.
Esta película, relata y resquebraja el sentido del bien y del mal que pocas veces es cuestionado en la era del cine de superhéroes. Los superhéroes suelen ser puros y sus convicciones también lo son. Los villanos suelen ser malos por naturaleza y quieren reventar el mundo porque sí. Eso hace que Arthur sea humano y que irremediablemente tengas que compadecerte de él y ponerte de su lado.
Arthur no es un más que una víctima. Pero también lo era en la pelicula de Nolan “El Caballero oscuro”.La prueba de ello la tenemos en este fragmento que va desde el minuto 2:10 a el minuto 3:43.
Es la lucided de loco la que nos da un paseo por la sociedad y nos hacer ver cómo somos en realidad y cómo nos comportamos como grupo. Nos enseña dónde miramos hacia otro lado, donde ponen el dinero los políticos y dónde nos hacen mirar para que echemos la culpa al que va un escalón más abajo que nosotros en vez de mirar hacia arriba.
La cinta nos presenta al padre de Batman, no como su padre, sino como empresario y político. Ahora, sabiendo esto, transportemonos a España. ¿Cuántas veces habéis escuchado que si eres pobre es por tu culpa? O “Es que no te esforzaste lo suficiente”. Es interesante buscar este argumento dentro de algunos políticos y empresarios españoles.
La cultura del esfuerzo es absurda en una sociedad donde la economía global ha modificado los conceptos de producción. Y eso lo sabe hasta Arthur, un ser ignorado entre una masa de trabajadores alienados.
Arthur se convierte en Joker, como un gusano insignificante en una bella mariposa. Pero en vez de incubar en una crisálida mecida por la brisa primaveral, su crisálida ha sido moldeada a fuego, abandono estatal y puntas de bota.
La magia de este Joker es que un personaje real. Que podemos encontrarnos en cualquier sitio o nosotros mismos con la dosis suficiente de cabreo. Os lanzo una pregunta: ¿Quién no ha pensando mandar todo al carajo?.
Joker no es más que nadie, acepta su sino y vaya que si lo acepta.
Hola, hola!! Muy acertado todo lo que piensas. Yo salí del cine y tuve que digerirla despacio y reflexionando sobre todo lo que había visto. Buen trabajo, compañero.