Las artes marciales subyacentes en la película japonesa Shichinin no Samurai.
Japón es un país culturalmente rico donde cabe destacar su dominio e historia respecto a las artes marciales. Por supuesto esto se ha reflejado a lo largo de los años en el cine japonés donde cabe mencionar al director Akira Kurosawa por la maestría de obras cinematográficas, como Los Siete Samurais (七人の侍 Shichinin no Samurai, 205 min. 1954, Japón).
En este film nos encontramos con una aldea campesina que solicita la ayuda de tantos samuráis como puedan permitirse pagar mediante alimento y alojamiento, para así poder combatir una horda de 40 bandidos que asaltan el lugar constantemente año tras año. A esta súplica responden siete samuráis, aunque sería más acertado llamarles rônin dado que no sirven a ningún señor feudal; de hecho el primer samurái que acepta se llama a sí mismo de ese modo.
Estos siete guerreros ponen en marcha varios mecanismos de la escuela tradicional japonesa (Koryû o Kobudô), entre los que destacan el kenjutsu (esgrima con katana), el kyujutsu (tiro con arco) y el ninjutsu (espionaje y guerrilla).
¿Y dónde vemos estas diferentes artes marciales? A mi parecer, la más importante de ellas es el ninjutsu. Durante la segunda parte de la película vemos a los samuráis realizando incursiones ocultas al campamento bandido para reducir lo máximo posible el número de combatientes con quienes se batirán posteriormente. También aprovechan para agenciarse con los fusiles de los que dispone el enemigo, y sus técnicas durante el ataque a la aldea campesina distan mucho de ser honorables: dan importancia al éxito de los samuráis desde la desventaja, permitiendo el paso al interior de la aldea ya amurallada a los jinetes bandidos de uno en uno, mediante el uso de lanzas de bambú.
No olvidamos el kenjutsu, que puede disfrutarse durante toda la película: desde el reclutamiento de los samuráis hasta las batallas que se dan finalmente por la liberación de los campesinos.
De hecho, uno de los guerreros reclutados se bate en un duelo con otro guerrero con el único afán de perfeccionar su técnica, y este duelo nos recuerda totalmente el tipo de enfrentamiento que se da en el actual kendo (camino de la espada), una gendai budo.
También en el fragor de la batalla hay un uso constante de las katanas por parte de los samuráis y bandidos, no así con los campesinos que, aunque son adiestrados en la lucha, usan lanzas artesanales.
¿Y qué hay del kyujutsu? Durante las batallas e incursiones uno de los samuráis y varios bandidos jinetes están armados con arco largo y carcaj a la cintura, con sus respectivas y características flechas. Su estilo es imperturbable, firme y preciso, cosa que no sucede con los fusiles, y desde luego hace de su uso algo letal.
Me gustaría resaltar un aspecto que me llamó la atención: la insistencia en determinar la calidad del guerrero samurái. Para ello atacaban al susodicho a hurtadillas desde donde no se lo esperaba en una situación aparentemente amistosa. Todos ellos pasan la prueba a excepción de Kikuchiyo, el último de ellos, y puede deberse a que su formación no es la misma que la del resto ya que el origen de éste es campesino, y no todo el mundo en la época tenía acceso a la enseñanza de las disciplinas samuráis.
La última característica propia de los samuráis que destacaré es el estandarte o Nôbori. Crean y pintan una bandera horizontal que los identifique en la batalla, algo que más adelante se vería de manera individual en cada samurái en el campo de batalla.
Finalmente quiero recomendar fervientemente este film. Se trata de una obra muy humana donde cada personaje trata aspectos muy diferentes de la sociedad y sus motivaciones. Además, como siempre he apreciado de Kurosawa, transmite cada sensación que los protagonistas están experimentando y la evolución de las personalidades, así como su aprendizaje, son dignos de destacar. Tanto es así que se han realizado numerosos remakes, como Los 7 Magníficos.
Su visionado puede hacerse de una vez o dividirlo en dos sesiones, justo a la mitad, pero desde luego se merece el tiempo dedicado.
Gabriela Alsliman. (@Gokutenshi)
