Takamori “EL ULTIMO SAMURAI”

Feliz Navidad Ociofrikers, hoy os traigo una película de la que se han escrito mares de tinta para bien y para mal: os hablo de “EL ULTIMO SAMURAI” de 2003, dirigida por Edward Zwick y protagonizada por el gran Ken Watanabe (Batman Begin, Cartas de Iwo Jima o Memorias de una Geisa entre otras grandes producciones)  y un sublime Tom Cruise que bajo la humilde opinión de  este quien os escribe, hace una de sus mejores películas.
Podría hablaros de qué trata esta película o daros mi opinión sobre el film, pero en esta ocasión voy hablar de algo poco conocido y muy interesante, la inspiración y el evento histórico real de la película. Esto nos hará entender mejor la película y ver detalles que no se aprecian si no conocemos la cultura japonesa y menos en una época tan convulsa como fue el periodo Meiji, donde se encontraban suspendidos entre lo medieval y la modernización que traían naciones occidentales.

SINOPSIS

Trascurre el año 1876 y el capitán Nathan Algren es un hombre atormentado por las campañas contra los indios, en las que participó haciendo atrocidades. En su peor momento y desauciado, le ofrecen un buen puesto de trabajo en  un país muy lejano para luchar contra un líder rebelde (Katsumoto), el último líder de un antiguo linaje de guerreros, los samuráis.

¿Quién fue el auténtico último samurái (Saigo Takamori)?

Juventud del samurái

El 23 de enero de 1828 nace en Kagoshima (Feudo de Satsuma)Saigo Takamori. En su juventud fue un samurái de rango bajo, cabe recordar que estamos en el 1853 y el estadunidense Matthew C. Perry llegó a costas Japonesas, con lo que se abrió una crisis en la nación y se polarizaron dos frentes: Shonugato Edo (tercer régimen militar feudal 1603-1868) y otro que reclamaba la disolución del Shonugato y la expulsión de las potencias extranjeras, donde se situó Takamori.
En 1854 Takamori se une a Daimyõ (uno de los hombres más poderosos del antiguo Japón), tras varios problemas y ser perseguido por el poder, fue arrestado en 1859 y exiliado a la isla de Amami Õshima. Tras 5 años en el exilio es perdonado y enviado a Kioto como asistente del feudo ante la Corte Imperial.

Madurez del samurái

Al llegar a Kioto fue comandante de las tropas de Satsuma en donde, tras varios enfrentamientos entre feudos, el samurái consiguió permanecer neutral. En 1887, se da la restauración del poder político al Emperador de Japón, conocida como la ‘Restauración Meiji’. Por otro lado, el samurái, fue uno de los propulsores de la guerra Boshin, donde lideró las tropas imperiales y posteriormente conquistó Edo.
Takamori  tuvo un papel importante como consejero en el nuevo gobierno Meiji, también fue el responsable de un ejército reclutado (núcleo del futuro ejército imperial). Durante dos años tomó el mando del país ya que los políticos más influyentes de la nación estaban de viaje diplomático por Europa y EEUU.
Durante estos años empezó su gran confrontación con el gobierno: con la modernización de Japón, que fue imitando el estilo de países occidentales. Otros dos de los grandes motivos fueron la apertura de comercialización con potencias extranjeras y la construcción del ferrocarril.

Últimos años del samurái

En 1877 renuncia al gobierno y monta una pequeña academia militar privada en Kagoshima. La mayoría de sus alumnos fueron samuráis que abandonaron el gobierno tras la renuncia de  Takamori. Los samuráis junto a su líder empezaron un pequeña revuelta y dominaron  Kagoshima, lo que produjo que el gobierno mandase barcos de guerra y dejase de proveer sus remuneraciones de arroz.
La rebelión formada por unos 40000 samuráis fue sofocada a los pocos meses por el ejército imperial formado por 300000 militares. Los samuráis lucharon valientes y con honor como siempre lo hicieron, aunque utilizaron algún arma moderna. Por su parte, el ejército imperial tenía morteros, cañones, armas de pólvora e  incluso globos de observación.

Tras la Batalla de Shiroyama, el bando de los samuráis quedó reducido a 400 hombres, quedando además Takamori gravemente herido, y al no querer ser capturado ni abatido por el enemigo, pidió a uno de sus hombres que lo decapitara para preservar el honor como samurái. ( Otra versión es que el samurái se practicó el Harakiri, pero los documentos de la época niegan este hecho).
Tras estos datos espero que la próxima vez que veáis la película penséis por qué  Katsumoto (la versión de Takamori) es así, con ese carácter, esa filosofía, esa determinación, el respeto que le tienen sus hombres y el enemigo. Todas esas cualidades que nos muestran pero no sabemos de dónde vienen son lo que intenté mostrar: en Japón sigue siendo un héroe hoy en día.

Su reconocimiento fue tanto en vida como tras su muerte. En un conflicto entre Japón y Corea se ofreció voluntario para viajar al país enemigo en modo diplomático, sólo para conseguir insultarlos y provocar que lo asesinasen, lo que daría al país nipón la excusa perfecta para atacar, plan que fue rechazado por el gobierno sabiendo de su valía.  Dos años después de su muerte fue perdonado por el gobierno Japonés y  en su honor levantaron dos estatuas en este país que todavía perduran.

2 comentarios sobre «Takamori “EL ULTIMO SAMURAI”»

  1. Genial entrada! La historia de Japón siempre me ha parecido fascinante y me encanta aprender cosas nuevas sobre sus personajes históricos.
    (Hay algunos años en los que pones 1900 en vez de 1800 pero, a parte de eso, me ha encantado!)

    1. La verdad que es una época increíble de cambio y mezcla de culturas, me alegra mucho que te guste el post, ya está cambiado el fallo de las fechas. Gracias por tu comentario, un saludo.

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