Cómo montar una partida de rol en tiempos de pandemia

Son malos tiempos para el rol en mesa destinado a público infantil. Con esta pandemia bestial no es momento de montar reuniones tan juntitos, a no ser que estemos hablando de una unidad familiar. ¡Enhorabuena familias roleras! No necesitáis nada más que los unos a los otros y que uno de vosotros se alce como director de juego. Para vosotros libertad absoluta. Jugad como os dé la gana.

Pero no siempre tenemos el número más óptimo de jugadores (en mi opinión dos + el máster da mucho juego), o, a veces, te viene un padre a preguntar que eso del rol y si puedes organizar algo para su churumbel… O te lo pide tu hijo… o sus propios amigos, que te miran con esos ojitos llenos de ilusión y sus mentes llenas de las grandes hazañas que promete la cosa.

Antes de la gran pandemia del COVID-19, estas situaciones se resolvían con una quedada llena de refrescos (¡nada de cerveza! que son menores y sólo pueden pedir jugo de gumibayas), patatas fritas y azúcar elevado al cubo. Sentabas a los peques a tu mesa y los veías disfrutar de cada plan genial, decisión difícil o trampa mortal.

Ahora lo primero que hay que borrar de la ecuación son las viandas. ¡Nada de ambiente de taberna! O como mucho delicatessens individuales y cada una con su envoltorio propio, sellado y presurizado… por lo menos. En segundo lugar, si estamos hablando de encuentros físicos ¡fuera las paredes! Y los techos. ¡Vamos! Que ya podemos tirar para el parque cargados de gel hidroalcoholico; sets de dados individualizados nuevecitos y en sus envoltorios; envases para hacer tiradas, hojas de personajes plastificadas y desinfectadas; rotuladores de pizarra para que escriban en sus fichas (también desinfectados y uno para cada uno)… Total, un rollo, pero nada es imposible si la motivación y las ganas abundan.

Otra opción, muuucho más sencilla, es que el máster se encargue de todo el papeleo de perfiles y de hacer las tiradas. Y que los peques se sienten a una buena distancia y confíen en su palabra. Por cierto, lo de la distancia y el uso de mascarilla no hace falta ni decirlo, ¿no? Que hay que gritar, se grita. Seguro que al poco tenéis un pequeño corro (guardando las distancias) escuchando embelesado vuestras gestas.
Más restricciones: nada de figuritas molonas, mejor de papel con base y que hagan ellos la labor de impresión y manualidades, y los tableros también plastificados y desinfectados con alcohol de 96º y gel.

La historia es que la habilidad de las restricciones de mutar cada quince días de una forma impredecible dificulta hasta las partidas al aire libre. Para saber lo que podemos o no podemos hacer tenemos que aplicar la siguiente fórmula: si (niños pertenecientes a la misma burbuja del cole) multiplicado por la exposición de tu hijo entre un número próximo de personas (convivientes + familiares + allegados + los que nos crucemos por la calle), menos x como subgrupo de población de riesgo, elevado a n (donde n es el número de vacunas que se han puesto en el barrio, que normalmente tiende a 0) más el umbral de incertidumbre diluido por una localización de exteriores exponencial al número de personas que lo ocupan más, reducido al número de personas que se pueden reunir en ese momento, multiplicado… lo que sea que se me esté olvidando = a lo que diga el gobierno de cada comunidad en el minuto que nos ocupe.

En fin, el caso es que la fórmula a aplicar para saber si puedes acoger a uno o varios amigos de tus hijos para una partidaca es tan difícil de calcular que la mejor opción es apostar por lo digital. Con esto de la educación en casa que hemos tenido que sufr…digooo, vivir en varias ocasiones, es raro que el amiguete deseoso de jugar no cuente con algún terminal para una videollamada. Da igual qué herramienta para reuniones usemos normalmente: Jitsi, Zoom, Meet, Discord, Skype… todas tienen su versión gratis y nos dan la oportunidad de reunir a los jugadores y al máster virtualmente.

Antes que nada, aconsejo mandar un email a cada niño con la ficha de personaje que tiene que rellenar y convocar a los aventureros a una primera reunión para ayudarles. Normalmente es una sesión que les flipa. Ver cómo va tomando forma el personaje que vas a interpretar no tiene precio.

Dependiendo de la edad de los peques, se puede comenzar la partida nada más elaborar las fichas o dejarlo para otro día, opción que yo aconsejo. Primero, porque tienen un tiempo para familiarizarse con su ficha. Los hay que la sueltan y hasta la próxima reunión no la vuelven a tocar, los hay que se la aprenden de memoria e, incluso, hay quien la lleva a otro nivel y, de repente, su mago, que se puede convertir en uno o dos animales, se presenta a la partida como el dios de Jaguares. Y segundo, porque así no alargamos la sesión con el peligro de perder su atención antes o después o que se cansen.

Lo más fácil, jugando con niños, es que cada uno tenga su ficha de personaje en casa, pero que, además, el máster cuente con una copia para consultarla cuando sea necesario.

Otro tema importante son los dados (tan importante que ya les dediqué tooodo un post completo). Las tiradas las puede hacer el máster, físicamente u online, pero a los peques les hace muchísima ilusión hacer sus propias tiradas, así que es aconsejable usar una herramienta de tiradas, cuanto más sencilla mejor. Se pueden encontrar varias webs y apps para este fin, tales como Dado virtual, Dadiños o Dados de rol.

Teniendo lo básico cubierto, ya se puede vivir una aventura online de lo más resultona. Aunque la partida se puede complicar y enriquecer todo lo que uno quiera metiendo música, mapas por los que se van moviendo los personajes (ya sea en formato digital o con una cámara que apunte a la mesa), efectos varios… El tema es jugar con seguridad aunque sea cada uno en su casa. Al final, la mejor herramienta que podéis usar es la imaginación.

Y no puedo terminar este post de otra manera que animándoos a organizar o participar en partidas de rol online familiares que se celebren en jornadas, actividades puntuales o extraescolares. Aunque, a día de hoy, son muchas menos que las que se organizaban en clubs y jornadas antes de la pandemia. Espero que cada vez se animen más másters de rol familiar e infantil a desarrollar sus partidas online. Por ahora os dejo unas recomendaciones de profesionales que juegan partidas de rol para niños online: Juegos Nómadas, Refuerzo Divertido y Detective Papaya. Si conocéis más sería genial que los compartiérais en los comentarios.

2 comentarios sobre «Cómo montar una partida de rol en tiempos de pandemia»

  1. Hay también una plataforma que se llama roll20 que tiene mogollón de cosas, mapas, tiradas, chat, puede guardar cada uno sus fichas… Si no lo habéis probado echarle un ojo. Mi marido hasta que cogió el premium y metía scripts y hacía unas cosas chulísimas!!

    1. Hola Taisa, sí que he probado roll20, mola un montón y admite muchísimas posibilidades, pero me pareció un poco complicadillo para principiantes. Pensé en incluirlo en el post porque es de los más utilizados, pero al final decidí meter sólo opciones super sencillas.
      Muchas gracias por tu comentario y por tu sugerencia. A lo mejor sí que tenía que haber hablado de él. Ahora dudo más que antes jajajaja

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